Páginas

martes, 29 de octubre de 2013

Ni una vocal.

Hace días ya que estoy en silencio, no por meditación sino en silencio, nada surge, nada viene.
Hay demasiado para reflexionar y por eso estoy en silencio, es mucho para procesar y mas vale hacerlo desmenuzado sino puede que me provoque una indigestión de palabras y si hay algo que me gustan son las palabras bien dichas con su correcto significado. Pero nada, eso, simplemente que estoy en silencio. Tal vez las pocas que salen son demasiado tremendas o demasiado vacías y no están del todo maduras para ser compartidas.
Estoy entre el vomito sideral y el silencio sepulcral aun no me decido si quiero callar o vomitar.

Mañana será otro día.